jueves, 9 de mayo de 2013

"Acá convivían objetos del siglo XVI con las pantuflas de Perón"

La periodista, investigadora y ensayista respondió a las críticas que generó su designación y señaló la necesidad de "reformular el guión museográfico íntegro del relato de nuestra historia a partir de los pueblos originarios".


El nombramiento de la investigadora Araceli Bellotta –vicepresidenta del Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego– al frente del Museo Histórico Nacional (MHN)suscitó malestar y reclamos por parte de un sector de investigadores e intelectuales. En una declaración firmada por más de 200 historiadores, arqueólogos, antropólogos, científicos sociales, trabajadores de museos, conservadores y diseñadores, se expresó la preocupación por que el MHN "quede al servicio de un discurso único sobre el pasado". Se reclamó también por una política que someta la dirección de los museos e instituciones dedicadas a la conservación de patrimonio a concursos públicos. 


Consultada por Tiempo Argentino, la funcionaria respondió a las críticas diciendo que es facultad del Poder Ejecutivo nombrar en estos cargos a quienes se consideren idóneos –en su caso viene de dirigir el Complejo Museológico Enrique Udaondo– y esgrime, respecto del trabajo del saliente José Antonio Pérez Gollán, que se encontró con un MHN "sin guión historiográfico" en donde convivían "objetos del siglo XVI con las pantuflas de Perón".

Araceli Bellotta es historiadora, autora de Evita y Cristina (2013); de las biografías Aurelia Vélez, la mujer que amó a Sarmiento (1997); Margarita Weild y el general Paz (1999); Julieta Lanteri, la pasión de una mujer (2001); Los amores de Yrigoyen (2004) por el que obtuvo el premio de Literatura Ricardo Rojas, otorgado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y Las mujeres de Perón (2005). Escribió también el libro de cómics para niños Sarmiento para principiantes (1998); Sarmiento, maestro del éxito (2000); La Argentina y el Campo, una misma historia (2006); Eva Perón, abanderada de los humildes (2008) y de Artes y Oficios en la Argentina (2010).
Desde enero de 2008 se desempeñó como directora del Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo, con asiento en Luján, provincia de Buenos Aires.

–¿Por qué cree que la eligieron a usted para ocupar el cargo de directora del Museo Histórico Nacional?
–Primero digamos que yo vengo de dirigir el Complejo Museográfico Udaondo que es el museo histórico más grande de la Argentina y de América del Sur. Incluye el Museo Histórico Colonial, el Cabildo de Luján, el Museo del Transporte, la Biblioteca Peña, el archivo Zeballos, la biblioteca y el archivo Monjardín y la Casa de Pepa Galarza. Son cuatro hectáreas con 75 personas a cargo. Cuando yo llegué a Luján había nada más que seis salas abiertas y cuando me fui dejé 15 en condiciones de ser visitadas. Con la misma caja chica que tenía Pérez Gollán según él explicó en declaraciones periodísticas.
–¿Con qué se encontró al llegar al Museo Histórico Nacional?
–Cuando llego al Museo Histórico Nacional, encuentro que lo único que tiene para mostrar son tres exposiciones. Una es sobre la Vuelta de Obligado –al margen, pienso que es absurdo entrar al museo por la Vuelta de Obligado, salteando siglos de historia–; otra muestra es sobre documentos de 1810, y la otra es una que llaman Los tesoros del museo, donde en forma ecléctica están expuestos distintos objetos de la colección: desde una columna jesuítica del siglo XVI, en cuya vitrina de enfrente están las pantuflas de Perón; hasta el cuadro sobre el Himno Nacional de Subercaseaux con Mariquita Sánchez de Thompson y su piano, frente a "La máquina infernal" que fue un atentado que se intentó contra Juan Manuel de Rosas. No tiene lógica alguna. Eso nos va a llevar a tener que reformular el guión museográfico íntegro del relato de nuestra historia desde los pueblos originarios hasta el siglo XX. Cosa que también me tocó hacer en Luján, completar el relato historiográfico; y lo hicimos muy bien.
–¿Piensa realizar todo ese trabajo con los mismos recursos con los que contaba el saliente Pérez Gollán?
–Sí, con las mismas 50 personas que son empleados del museo de distintas áreas, que se mantienen y no se recambian, porque es un personal de excelencia. Estamos trabajando en una estrategia que nos permita armar ese guión historiográfico sin desarmar lo poquito que hay. Y al mismo tiempo un trabajo de vaciado de salas. Además de contar con todo el apoyo de la secretaría de Cultura que tiene especial interés en que el Museo se recupere.
–¿A qué se refiere con vaciado de salas?
–Porque todas las salas que fueron cerradas están siendo usadas como depósito. Hay que articular el establecimiento de un depósito para disponer de espacio para montar las muestras. Por ejemplo, la sala Federal que antes estaba montada y ya no está funciona como depósito. Hay que vaciarla, pasar las piezas al depósito, acondicionarla y volver a montar la exposición. A su vez, levantar la muestra de la Vuelta de obligado e incluirla en esa sala porque ocurre en ese tiempo histórico. En la sala 1, tienen que estar los pueblos originarios.
–¿Necesitará cerrar el museo para realizar estas tareas?
–No sólo no vamos a cerrar sino que el 11 de mayo que se cumple el bicentenario del Himno Nacional haremos una actividad especial. Tenemos los objetos de ese momento, el piano de Mariquita Sánchez de Thompson, el famoso cuadro de Pedro Subercaseaux, el pianoforte de Juan Pedro Esnaola. Tenemos partituras del Himno, un documento con la letra del Himno impresa por primera vez y una importante colección de pianos históricos que fueron restaurados y que están en condiciones de ser expuestos. El 11 abriremos esa sala y haremos un acto. Lo titulamos: Suenan los pianos del Museo Histórico Nacional. Será transmitido en una pantalla grande en el Parque Lezama. Habrá un festival de música, con varios artistas nacionales. «

Fuente: Tiempo Argentino

Link: http://tiempo.infonews.com/2013/05/08/cultura-101452-aca-convivian-objetos-del-siglo-xvi-con-las-pantuflas-de-peron.php

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