El sable usado por el Libertador estaba bajo custodia del Regimiento de Granaderos desde 1967, tras ser robada dos veces.
El sable que acompañó al General José de San Martín durante la Guerra de la Independencia, volvió a reposar desde este domingo en el Museo Histórico Nacional del barrio porteño de San Telmo.
En el testamento de San Martín, fechado en París el 23 de enero de 1844, expresó su deseo de que el sable le sea entregado a Juan Manuel de Rosas, como "prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla".
Estuvo casi 25 años usurpada. Tras el desalojo, la convirtieron en un espacio de juegos y deportes.
Después de casi un cuarto de siglo, el barrio de San Telmo recupera un espacio verde. El miércoles reinaugurarán la plaza Cecilia Grierson,en avenida San Juan al 600, que estuvo usurpada desde 1991 y fue desalojada en diciembre pasado. En los últimos meses, el Gobierno porteño la limpió y remodeló. Ahora tiene aros de básquet, un espacio para jugar al fútbol, canchitas de tenis y postas aeróbicas, entre otras comodidades para practicar deportes. Y fue enrejada, para impedir que la vuelvan a tomar. La obra costó $ 5.500.000.
