El Banco Santander Río, sobre la avenida Juan de Garay 125, pretende erigirse como un hito por la diversidad de su propuesta. El edificio albergará una sucursal, el middle office y el back office (áreas de soporte y financieras) de la entidad, mediante una estructura de tres cuerpos conectados por espacios acristalados desde donde se tiene una vista privilegiada de la ciudad.
Urgell-Penedo-Urgell se ocupó, además del proyecto, de la búsqueda del terreno, un lote en San Telmo de 4.250 metros cuadrados que había ocupado antes la Universidad Austral. La zona es tan accesible como heterogéneas son sus construcciones: a los costados de la autopista y otras vías rápidas, conviven edificios de valor patrimonial con otros de estilo más contemporáneo. Todo, a pasos de Puerto Madero.
La flexibilidad de usos fue el primer recurso con el que se resolvió esta estructura de cuatro subsuelos, una planta baja, nueve plantas tipo y dos retiros. De este modo, los autores cumplieron con un programa que requería de múltiples funciones en donde el hilo conductor debía ser el cuidado medioambiental.
Desde la vereda de la avenida Garay, que está en proceso de ser ensanchada, se observa su particular fachada vertical, cuya monotonía se ve interrumpida por la ubicación de unos cubos vidriados. Se trata de patios verticales, que los proyectistas pensaron como espacios que ofician de miradores hacia el Parque Lezama y hacia el río. “Se ensanchan y convierten en lugares para la expansión, relax del personal y comunicación visual de las diferentes plantas”, cuentan los autores.
Una doble envolvente que responde a funciones bioclimáticas cubre las fachadas de avenida Colón y Azopardo. La primera piel está compuesta por un sistema de doble vidrio que se completa con un parasol que controla la radiación directa del Este y del Oeste. “Este sistema se plantea como un filtro solar impreso en cristal doble con lámina de seguridad, o bien un sistema de parasoles de chapa perforada, con diferentes gradaciones de transparencia”, explican. Por su parte, la segunda piel tiene la función de reducir la incidencia de los efectos de la intemperie.
Del lado sur, una estructura saliente en vertical protege de los débiles rayos solares que afectan en esta orientación y reduce en un 25% la superficie acristalada, limitando, en consecuencia, las pérdidas y ganancias térmicas. En tanto, hacia el Norte, el volumen central cuenta con parasoles horizontales que preservan de los rayos verticales. Estos consisten en una trama de planchuelas de acero finas que servirán también como pasarelas de mantenimiento y limpieza.
Todos estos factores influyen en una reducción en las necesidades energéticas del edificio y en una óptima calidad habitacional de los usuarios.
Para gozar de las ventajas impositivas que ofrece la ley 4353 para el Distrito de las Artes (La Boca, San Telmo y Barracas), el edificio incluirá una serie de sectores dedicados al fomento de las actividades artísticas, como el centro de exposiciones, un auditorio, la fundación Banco Santander Río, el Patio de las Artes y la terraza de esculturas.
Las oficinas se distribuyen en plantas completas desde el piso 2 hasta el 9 y permiten su división en tres. Por su parte, el décimo piso cuenta con una expansión verde en todo su frente como resultado del retiro exigido por la normativa. En la misma planta, se encuentra el gimnasio (con sus respectivos vestuarios) y el centro médico.
El sum del último nivel, con capacidad para albergar un comedor para 375 cubiertos, cuenta con aberturas que dan al Parque Lezama y al río.
Banco Santander Río Garay 125
Programa: Edificio corporativo, middle y back office (áreas financieras y de soporte). Propietario: Banco Santander Río Argentina. Ubicación: Avenida Juan de Garay 125, San Telmo, CABA. Proyecto: Urgell-Penedo-Urgell Arquitectos (Gustavo Vago, Andrea López, Agustín Miranda, Tamara Orman, Guadalupe Herrero, Marina Buldrini, Juan Ruffa, Ezequiel Mill, Mateo Argerich y Nicolás López). Gerenciamiento: LR&C Ingeniería y Management. Asesores: Estudio Curutchet Del Villar, Ingenieros Civiles (estructura), GF/Estudio Grinberg-Feliz, Ingenieros Consultores (instalación termomecánica), Estudio Dysac, Ingeniería Eléctrica (instalación eléctrica), Ingeniero Héctor Rodríguez (instalación sanitaria), Estudio GIGLI, Ingeniería de Fachadas (carpinterías), GF/Estudio Grinberg-Feliz, Ingenieros Consultores. Arquitecta Nicole Michel (certificación LEED), Pablo Pizarro Arquitectos (iluminación), Estudio de Paisajismo Ingeniero Fernando González (paisaje), Roberto Ries, Transporte Vertical (ascensores), Ottobre y Ottobre Arquitectos (acústica), Amalia Favrin, gestiones y asesoramiento (gestión municipal). Superficie a construir: 54.093m2. Año de proyecto: 2013-2014. Período de construcción: 2015-2017.
Fuente: Clarín
Link: http://arq.clarin.com/arquitectura/alma-abierta-ciudad_0_1175282994.html
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