domingo, 11 de diciembre de 2011

La celebración catalana, a la criolla


David la mira a Ariadna, espía detrás del vaso de cerveza, le sonríe y con su acento matizado por el alcohol le dice que “valió la pena”. De lo que habla este catalán de 29 años es de la interrupción que tuvo el viaje de boda que hicieron con Ariadna desde España hasta la Argentina. Y de la sorpresiva cancelación que tuvo la visita que habían programado para este fin de semana largo a la Patagonia. “No podía perderme el Barca-Real”, le confiesa a Clarín este hombre, apenas uno de los más de 150 fanáticos del equipo culé que se reunieron en el Casal de Catalunya (convocados por la Peña Nicolau Casaus, una de las más importantes del Barcelona fuera de España) para vivir el clásico por pantalla gigante.



Lo vivieron. Lo sintieron. Insultaron al aire cuando a los 22 segundos Benzema gritó el gol del Real Madrid. Al instante, Héctor abandonó su asiento y fue en busca de la calle. “Es que me lleno de nervios, no puedo estar quieto. Tengo confianza en Messi, pero este año el Madrid está más fuerte que nunca”, confesó sin que nadie le preguntase. Luego, con el rugido que llegó desde el interior de esa casona en pleno microcentro porteño tras el empate de Alexis Sánchez, se lo vio entrar corriendo al salón.

El entretiempo sirvió para el análisis. Ahí se debatían Alberto Caloggero (presidente de la Peña) y Pablo Chinellato (uno de los secretarios) sobre la culpabilidad de Valdés en el gol del Real Madrid. Se sumaron otros tantos, siempre con camisetas azulgranas, para hablar de Messi. “Es el mejor de todos. No entiendo cómo aquí en Argentina se lo critica. Ojalá hubiese jugado para la Selección de España”, le comentó a Clarín Clara, una estudiantes de intercambio que dejó Barcelona hace meses y que se acercó hasta la calle Chacabuco, en San Telmo, para “compartir el partido con otros fans del Barca”. No faltaron los “infiltrados”. Porque entre tanta sangre española se reconocieron varios argentinos. Como Rodrigo Pinto, que pese a festejar con Boca hace una semana en el Apertura, ruega para que se de el título del Barcelona en la Liga española.

Los goles de Xavi y Fábregas en el segundo tiempo desataron el festejo. Faltó el de Messi, pero igual se llevó su reconocimiento: “Meessi, Meessi” corearon al unísono, como si estuvieran en la platea del Camp Nou. Tras ello, hubo espacio para los aplausos. Por el fútbol que les regaló su equipo. Ese equipo de ensueño que a miles de kilómetros, con un océano de por medio, hace que verlo jugar siga valiendo la pena.

Fuente: Clarin

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