domingo, 18 de diciembre de 2011

Tambores y candombe para alegrar la tarde en San Telmo

Fue sobre Defensa, entre Independencia y Caseros. Una fiesta con vecinos y muchos turistas.


Toda una promesa de bailarina, al frente de la comparsa “Mburucuyá” una nena esquivaba los baches y los adoquines desalineados de la calle Defensa sin perder jamás la gracia y el ritmo. Detrás, los músicos le daban rienda suelta al desenfrenado batir de tambores y un grupo de entusiastas los seguía; pero lejos, muy lejos, de las habilidades de la bailarina principal de la agrupación llegada desde San Martín.



Ayer fue la sexta edición de la Llamada de Candombe en San Telmo, organizada por el Centro Cultural Fortunato Lacámera con el apoyo del Programa Cultural en barrios del Ministerio de Cultura porteño. Sobre Defensa, entre las avenidas Independencia y Caseros, una veintena de comparsas desfilaron, acompañadas por vecinos, turistas y curiosos sorprendidos por los tambores, las banderas y los estandartes. Y por los personajes vestidos con ropas de épocas coloniales.

“Siempre me pregunto por qué en Buenos Aires no se logra recrear con más entusiasmo el baile y la música de los esclavos de la Colonia, que aquí también los hubo y en este mismo barrio”, le dijo a Clarín Sergio Machado, un uruguayo con 30 años de residencia en el país. “En Montevideo es una fiesta monumental. Igual, esto está muy bien, las comparsas son muy buenas”, concedió el uruguayo, obviamente mate en mano. Justamente en San Telmo, para mediados del siglo XIX, la mitad de la población era de raza negra.

Con las llamadas de candombe se evocan la música y las tradiciones de la cultura afro en el Río de la Plata. Antes de desfilar, los percusionistas compartieron un ritual que se repite cada año, el de templar sus tambores, en Defensa y el Pasaje San Lorenzo. Armaron fogatas y colocaron sus instrumentos alrededor. De esta forma se calientan los parches de los tambores y los percusionistas tocan hasta encontrar el sonido justo para salir.

La fiesta arrancó con la agrupación “Cuerda Candombe Magdalena” y continuó con “Las Lojas de San Telmo”, entre muchas otras. Cerró, a las 21, con “Revuelta Cimarrón Candombe” en el auditorio del Parque Lezama.

Esta vez un San Telmo transformado –cada vez con menos anticuarios y mas casas de indumentaria, diseño y hasta un Starbucks y un Farmacity sobre la tradicional calle Defensa– fue el escenario para esta antigua fiesta de tradiciones rioplatenses.

Fuente: Clarin

No hay comentarios:

Publicar un comentario