jueves, 19 de enero de 2012

La Justicia ordenó al gobierno porteño que permita trabajar a un organillero en San Telmo

El hombre beneficiado, cuyo oficio se encuentra en extinción, había presentado una medida de amparo. Fue permitido trabajar en un circuito turístico en Plaza Dorrego por tratarse de un "bien cultural".

La Justicia le ordenó al gobierno porteño que le otorgue permiso para trabajar en el barrio porteño de San Telmo, en el circuito histórico turístico, a un organillero, un oficio en extinción al que reconoció como parte del "ambito cultural del tango".

El fallo fue dispuesto por la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario, que puntualizó que "el régimen jurídico vigente ha reconocido que la actividad del organillero integra el ámbito cultural del tango y goza de un reconocimiento especial para la Ciudad".

Los jueces Inés Weinberg de Roca, Carlos Balbín y Horacio Corti dictaron el fallo a favor del organillero Manuel Adolfo Pender, quien había planteado una acción de amparo para que se le permitiera desarrollar su actividad en la Plaza Dorrego.

El fallo sostiene que la legislación que reconoce las características culturales del tango "no puede limitarse a una declaración simbólica carente de efectos sobre el quehacer cotidiano de la Administración, sino que debe tener un correlato concreto en las decisiones y políticas que se adopten en la materia".

"La Constitución local estipula la obligación de la Ciudad de facilitar el acceso a los bienes culturales, así como de proteger y difundir las manifestaciones de la cultura popular... interesa poner de relieve la trascendencia cultural del oficio de organillero y la obligación de la Ciudad de promover, fomentar y facilitar su desarrollo en tanto forma parte del ámbito cultural del tango", resume la sentencia.



Fuente: La Prensa

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