miércoles, 4 de septiembre de 2013

Circuito San Telmo: Allí donde lo viejo es nuevo

Para salir de la uniformidad, nada como este barrio, con ropa y bijoux de otras décadas y percheros cool.

Quienes tienen olfato para encontrar piezas diferentes, saben que San Telmo es ideal para buscar accesorios y prendas antiguas de alta costura, interesantes para construir una imagen personal y asegurarse que nadie irá a la fiesta con el mismo modelo. Aunque son piezas terminadas a mano, en géneros que ya no se fabrican y de diseño irrepetible, el costo no varía respecto de la nueva, incluso a veces son más económicas.


En San Telmo, además de algunos puestos en el viejo mercado, se destacan dos tiendas especializadas en indumentaria de época en perfecto estado. “Hoy, el secreto es saber combinar lo mejor del pasado con algún elemento del presente, priorizando ante todo la calidad. Nuestra propuesta es una búsqueda del hecho creativo y la estética”, dice Nora Pérez, dueña de AlmaZenArte, un local donde funcionó antes la lechería La Vascongada, sobre la calle Balcarce.

Entrar a la tienda supone viajar por las etapas más interesantes de la historia de la moda del siglo XX, hasta 1970. Nora apunta a los géneros de alta calidad. Gasas, seda natural, crêpe georgette, encaje de guipur, terciopelo alemán, chiffon y las clásicas taffetas Rodhia abundan en los percheros. “Muchas de estas telas ya no existen y a otras les siguen llamando igual, pero no son puras, les agregan poliéster. Por eso, respetamos la confección y los accesorios de cada década, para mantener el estilo”, explica, y aclara que lo suyo no es una feria americana. Ofrece percheros repletos de faldas (desde $120), otro de tapados de paño y piel de la década del 40 (desde $800), vestidos de día, blusas, y un rincón detrás de la vidriera donde guarda verdaderas joyitas de fiesta y cóctel. Destaca un vestido corto de chiffon negro con escote buche en la espalda años 50 ($800), otro de 100% encaje de guipur negro forrado del mismo color ($1.000), uno soñado en gros de seda rosa con falda tableada y botones en la espalda, y uno delicadeza circa 1920 en crêpe georgette con canesú bordado y falda lánguida ($1200). Del techo cuelga una blusa de 1910 de batista con encajes chantilly, valencianas y cuello en forma de capa (consultar precio), y un maniquí luce un espléndido conjunto de vestido y saco mangas tres cuarto de seda natural tipo Jackie ($1.500 en rosa, el color de este verano). Para realzar, guantes, broches, cinturones, carteras y bolsos bordados, entre los que sobresalen uno bordado con canutillos de cristal y correa dorada, años 30 ($550), y un clutch de gamuza gris ($220). Imposible no reparar en los sombreros y casquetes con plumas y tocados para levantar un peinado, ahora que las princesas jóvenes los han popularizado (desde $50 las capelinas de verano y $ 200 los tocados). La tienda abre de 11 a 19, también los domingos.

A pocas cuadras, sobre Estados Unidos, hace un año inauguró una sucursal de Gil Antigüedades, una casa histórica del barrio donde María Inés Gil desplegó su inmensa colección de indumentaria, de fines del siglo XIX a 1980. En esta suerte de palacio que conserva los pisos de pinotea, montó un taller donde ella misma restaura y limpia con técnicas artesanales cada vestido de fiesta y traje de novia que exhibe en percheros lujosamente iluminados.

No alcanzan el tiempo ni la vista para apreciar la asombrosa cantidad de tocados, cofias, velos, puntillas, zapatos, carteras, sombreros y vestidos de alta costura (la mayoría, confeccionados a mano por las mejores modistas que tuvo Buenos Aires). La pieza más contemporánea es un divino mono de seda negra de 1980 con aplique de metal dorado en el cuello ($800), y la más retro, un vestido de novia de fines de 1880 en batista de algodón con vainillas y encajes ($8.000). Los vestidos de noche son tesoros. Hay uno sin mangas de pura lana color habano con canesú bordado en canutillos ($1.600), otro de seda natural verde agua ($1.600) y uno de gasa negra bordada de los años 20 con corte a la cadera (consultar precio). La colección de accesorios es impactante, con sombreros, capelinas, casquetes y tocados franceses y americanos de los 20 a los 40 (desde $200), cinturones metálicos, tiaras de novia y apliques para la cabeza (desde $500), carteras de cuero en perfecto estado, maletines, clutch de carey rubio, bolsos bordados y joyería, como una gargantilla de terciopelo rosa con azabaches (consultar precios).

Por el viejo Mercado

Cualquier look moderno se completa con un accesorio de época, o viceversa: un vestido antiguo con una campera de cuero y stilettos de autor también aportan un charme distinto. En el Mercado de San Telmo hay varios puestos donde conseguir algo diferente (conviene revisar bien el estado). En el puesto 18, detrás de pilas de sombreros nuevos, hay una imperdible colección de casquetes y tocados de rafia, terciopelo con aplicación de flores, velour, piedras y plumas en buen estado (de $150 a $380). También, tapaditos animal print de piel sintética y cuero (desde $200) y un par de vestidos de terciopelo alemán (desde $200). En el puesto 37, se consiguen carteras (desde $60) y camperas de cuero (desde $300), y en los 49, 46 y 47, algunos pares de zapatos interesantes, entre ellos, un par de botas de reptil color natural, caña alta con taco medio en $600 (suerte si todavía están ahí). Hacia el centro del viejo Mercado, frente a la rotisería, el puesto 46 exhibe puntillas, accesorios, bijouterie antigua y algunos tapados de piel sintética (desde $500). Saliendo del lugar hacia Defensa hay, al menos, tres puestos donde encontrar bijoux antigua. En el 108, broches de los años 30 (de $300 a $800), esclavas de metal (desde $25) pulseras de marfil (consultar precios), aros y gargantillas de strass (desde $120). Más sombreros de época hay en La Fundamental, una tiendita especializada en reparar antiguos y confeccionar nuevos (Pasaje Giuffra 370). Por la zona, también están los multimarca y algunos outlets: en una gran ochava de Balcarce, el de Mishka ofrece descuentos del 20% a 50% (sandalias de verano, desde $400). En ropa de autor, Paula Saralegui, un clásico del barrio, tiene invierno y verano en liquidación, con vestidos de lanilla, lino o algodón desde $690. Sobre Perú, Pablo Ramírez muestra su colección y piezas de otras temporadas. Y en la esquina de Belgrano y Balcarce, espera Niño Bien, un gran “low cost” de temporadas pasadas de marcas internacionales, con 50 % de descuento.


Fuente: Clarin

Link: http://www.clarin.com/sociedad/Circuito-San-Telmo-viejo-nuevo_0_983902090.html

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